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Prácticas de piedad

Seguramente tendrás concretado el cumplimiento de unas pequeñas prácticas de piedad que tendrás repartidas a lo largo del día o de la semana (la asistencia a la Santa Misa, el rezo del Rosario, hacer un rato de oración, acudir a la Virgen, etc).

Es buen momento entonces para comentar si las estás cumpliendo y qué cariño, puntualidad y exigencia hay detrás de cada una de ellas. Puede servirte mucho concretar cuales no has cumplido y por qué y con qué dificultades te encuentras a la hora de luchar en estas prácticas de piedad (ofrecimiento de obras, oración, Santa Misa, el Rosario, la lectura del evangelio, etc).

Será este un buen momento para hablar también de esos puntos de lucha especiales que fijaste con el sacerdote o el amigo en tu última conversación. Di sinceramente qué empeño has puesto en esos puntos y cómo has luchado para ponerlos en práctica e ir avanzando en tu vida de cristiano. Habla también de tu devoción a la Virgen, de cómo acudes a Ella a diario, de tu cariño hacia Ella y de cómo puedes mejorar.