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Tiempo ordinario, Jueves 33ª semana
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (19, 41-44)
En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: ¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos.Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretaron el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra.
Porque no reconociste el momento de mi venida.
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Jesús llora porque por la dureza de su corazón aquellos hombres no le habían reconocido a Él que es la verdad y la vida, y por tanto lo que es más fácil de conocer y querer. Que no llore por la dureza de nuestro corazón, Él quiere nuestra felicidad que consiste en conocerle y amarle.