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Evangelio del día

Tiempo ordinario, Jueves 1ª semana

La lepra se le quitó y quedó limpio

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1, 40-45)

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme."

Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo: "quiero: queda limpio."

La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio.

El lo despidió, encargándole severamente: "No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés."

Pero cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.

***

Jesus sintió lástima. Al Señor no le da asco nuestras miserias. No tengamos miedo de acercarnos a Él con simplicidad y pedirle que nos limpie.
Como el leproso, seamos audaces para pedir milagros al Señor: materiales o espirituales, para nosotros o para los demás. Él nos escuchará siempre, y los hará si son para nuestro verdadero bien.